Muchas veces nuestra mente nos juega malas pasadas. Plantea ideas, imágenes o juicios que aparecen sin querer, aunque no tengan sentido ni queremos darles espacio. Esos pensamientos molestos pueden robarnos paz, energía y concentración… y si no los atendemos, crecerán sin control.
¿Qué son los pensamientos intrusivos?
Los pensamientos intrusivos son ideas, imágenes o impulsos que surgen en nuestra mente sin que los hayamos convocado. Son inesperados, a menudo molestos y muchas veces discordantes con lo que pensamos o sentimos en realidad.
Seguramente te ha pasado que, mientras estás haciendo tus cosas cotidianas, de pronto te viene un pensamiento extraño sobre algo que nunca quisiste imaginar, o una imagen sorprendente que no tiene relación con tu día. Estos pensamientos no hablan de lo que quieres ni de tu carácter; son solo “ruido mental” que aparece.
En muchas personas, estos pensamientos aparecen de vez en cuando y no causan mayores daños. Pero se transforman en un problema cuando son frecuentes, intensos o interfieren con la vida diaria. Se vuelven el centro de nuestra atención, provocan ansiedad persistente y nos cuestan esfuerzo mental.
Si comienzas a gastar mucho tiempo luchando con ellos, o si tus relaciones, tu trabajo o tu estado de ánimo se resienten, es señal de que algo más profundo está sucediendo. En esos casos puede haber una relación con trastornos como ansiedad, TOC u otros factores psicológicos.
Tipos de pensamientos intrusivos
Algunos ejemplos comunes de estos pensamientos:
- Pensamientos agresivos o violentos (por ejemplo, imaginar hacer daño)
- Ideas sexuales no deseadas o tabúes
- Preocupaciones excesivas sobre la salud o que algo malo va a ocurrir
- Pensamientos religiosos o morales que generan culpa
- Imágenes intrusivas repetitivas sin relación aparente con el entorno
Estos pensamientos suelen generar un choque interno: los rechazamos por ser incómodos, lo cual paradójicamente les da más fuerza.
Cómo gestionar los pensamientos intrusivos
Enfocar la lucha contra estos pensamientos como una guerra solo suele intensificarlos. En cambio, lo más útil es aprender a relacionarse con ellos de otra forma.
- Observa sin juzgar: Cuando aparezca un pensamiento intrusivo, podrías etiquetarlo mentalmente: “esto es un pensamiento intrusivo” y permitir que pase, sin luchar ni suprimir. Reconócelo pero no te atrapes en ello.
- No luches ni trates de eliminarlo: Intentar quitarlo con fuerza o resistirlo suele hacerlo más persistente. Cuanto más peleamos, más atención le damos. En vez de eso, acepta que está ahí sin alimentarlo.
- Técnicas de atención plena (mindfulness): Practica ejercicios de respiración, meditación guiada o simplemente observa tu cuerpo y sensaciones. Con ello podrás distanciarte un poco del pensamiento, verlo como un objeto mental más y no como algo real que debes alimentar.
- Desafía el contenido del pensamiento: Analiza su veracidad: ¿va a ocurrir? ¿Es lógico? Muchas veces los pensamientos exageran los escenarios. Puedes sustituirlos por ideas más realistas.
- Relajación y autocuidado: Dormir bien, hacer ejercicio, llevar hábitos saludables y dedicar tiempo a actividades que te reconforten reduce la base de ansiedad sobre la que se construyen estos pensamientos.
- Apoyo profesional cuando sea necesario: Si los pensamientos causan malestar o limitan tu vida, es importante acudir a un psicólogo que guíe el proceso terapéutico.
Aplicar estas estrategias requiere práctica, paciencia y constancia. No es instantáneo, pero con el tiempo se puede cambiar la relación que tenemos con esos pensamientos.
Te ayudamos a gestionar los pensamientos intrusivos
En Mariola Psicología contamos con psicólogas en Málaga que te acompañan para que esos pensamientos no controlen tu vida. Ofrecemos terapia individual personalizada, donde trabajamos desde la comprensión, el apoyo y la técnica adecuada para cada persona.
Si sientes que estos pensamientos te sobrepasan o te quitan calidad de vida, en nuestro centro encontrarás escucha profesional, recursos prácticos y acompañamiento constante para avanzar hacia una mente más tranquila y enfocada. Estamos aquí para ayudarte paso a paso. Contacta con nosotras.
Mariola Sánchez Pérez, psicóloga sanitaria y sexóloga. Licenciada en psicología por la Universidad de Málaga y estoy especializada en Psicología Cognitivo Conductual, Sexología, Terapia EMDR y de Tercera Generación, Emergencias, Especialista en Trauma y Apego, haciendo uso de un método integrador eficaz en la terapia.
